Los mitos de las estrellas
La palabra griega para designar a las constelaciones era katasterismoi. De todas ellas, los doce signos cuyos caminos se cruzan con la salida del sol al amanecer se conocían como zodiakos (el zodiaco) o zodiakos kyrklos (circulo de pequeños animales). Las constelaciones, como se describen en la mitología griega, eran en su mayoría héroes y bestias favorecidas por Zeus y otros dioses olímpicos, quienes recibieron un lugar entre las estrellas como un memorial de sus hazañas. Se les consideraba espíritus semidivinos, entidades vivientes y conscientes que cruzaban los cielos. Las principales fuentes de la mitología que acompaña a las constelaciones fueron los poemas astronómicos perdidos de Hesíodo y Ferecides, y obras posteriores de Pseudo-Eratóstenes, Arato e Higino.
Aries
Crius Chrysomallus fue identificado con el vellocino de oro de la leyenda de Jasón y los argonautas, cuyo origen se remonta al carnero alado enviado por la ninfa Néfele (la nube) para salvar a sus hijos Frixo y Hele, cuando estaban a punto de ser sacrificados por su madrastra Ino. Los hermanos, a lomos del vellón dorado (regalo del dios Hermes a su madre), volaron hacia el extremo más lejano del mar Negro; pero, en cierto momento, Hele miró hacia abajo para ver el mar, y al verse a tal altura, se desmayó y cayó al agua. Desde entonces esta región recibió el nombre del Mar de Hele o Helesponto (actual estrecho de los Dardanelos). Frixo consiguió llegar a Cólquiede, donde fue acogido por el rey Eetes, quien lo casó con su hija Calcíope. Frixo sacrificó al carnero dorado como ofrenda al dios Zeus y entregó su piel en agradecimiento a Eetes. El rey colgó la piel dorada en una encina consagrada a Ares y colocó a un dragón para vigilarlo. Posteriormente, este fue colocado entre las estrellas como la constelación de Aries, y su brillante vellón se convirtió en el objetivo de la búsqueda de Jasón y los argonautas.
Tauro
El Toro de Creta o minotauro fue un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro que había nacido de la unión de la reina cretense Pasifae y el fabuloso toro blanco que Poseidón había entregado a su marido el rey Minos. La unión carnal entre la reina y el animal fue posible gracias a un artificio diseñado por Dédalo, que permitiría a Pasifae esconderse dentro de una vaca de madera para mantener relaciones con el toro. Más tarde dio a luz al minotauro, un hombre con cabeza de toro. Minos se avergonzó tanto de la existencia de esta criatura, cuyo nombre significaba «toro de Minos», que lo encerró en un complejo llamado laberinto construido por Dédalo. Allí, la criatura tenía siete jóvenes y siete doncellas atenienses para devorar cada nueve años. Teseo, con la ayuda de Ariadna, mató al monstruo y encontró la salida gracias al hilo que su amante le había dado al entrar en el complejo. También a Heracles se le ordenó que buscara el Toro de Creta como uno de sus 12 Trabajos. Una vez completada esta tarea, liberó a la criatura. Los dioses colocaron al toro entre las estrellas como la constelación de Tauro, junto con la Hidra, el león de Nemea y otras criaturas de los trabajos de Heracles.
Géminis
Los Dioscuros fueron los dioses gemelos de la equitación y protectores de huéspedes y viajeros. Los gemelos nacieron como príncipes mortales, hijos de la reina espartana Leda, de su esposo Tindaro y Zeus. Ambos gemelos se embarcaron en la nave de Jasón corriendo un montón de peripecias y se convirtieron en unos afamados héroes. Debido a su bondad y generosidad, fueron convertidos en dioses al morir. Polux, siendo hijo de Zeus, fue al principio el único a quien se le ofreció este regalo, pero insistió en que lo compartiría con su gemelo Castor. Zeus estuvo de acuerdo, pero para apaciguar a las Parcas, los gemelos tuvieron que pasar días alternos en el cielo y en el inframundo. Los Dioscuros también se colocaron entre las estrellas como la constelación de Géminis (los gemelos). La división de su tiempo entre el cielo y el inframundo podría ser una referencia a los ciclos celestiales, ya que su constelación es visible en el cielo solo durante seis meses al año.
Cáncer
La constelación de Cáncer se debe al cangrejo gigante que acudió en ayuda de la Hidra (enviado por la diosa Hera) en la lucha de esta contra el héroe Heracles en Lerna; esta misión se encontraba entre sus 12 trabajos. El héroe lo aplastó bajo su pie, pero como recompensa por su servicio, la diosa Hera lo colocó entre las estrellas como la constelación de Cáncer.
Leo
El león de Nemea fue un gran león cuya piel era impermeable a las armas. Acató la región de Nemea en la Argólida. El rey Euristeo ordenó a Heracles que destruyera a la bestia como el primero de sus 12 trabajos. El héroe arrinconó al león en su cueva y, agarrándolo por el cuello, luchó hasta matarlo. Luego le quitó la piel al león para hacer una capa y se convirtió esta en uno de sus atributos más distintivos. Posteriormente, Hera colocó al león entre las estrellas como la constelación de Leo.
Virgo
Astraea fue la diosa virgen de la justicia, hija de Zeus y Themis o, según otros, de Astraeus y Eos. Durante la edad de oro vivió en la tierra con la humanidad, pero fue expulsada por la creciente anarquía de la siguiente Edad del Bronce. Tras su exilio con lo humanos, Zeus la colocó entre las estrellas como la constelación de Virgo. Astraea se identificó estrechamente con las diosas Justicia y Némesis (Indignación legítima). Esta constelación ha sido identificada con diversas heroínas en varias civilizaciones, con la diosa de la caza, con la diosa de la fortuna, con la diosa de la fertilidad, o incluso con la musa de la Astronomía, Urania. Sin embargo, se la suele identificar más popularmente con la diosa Ceres, la cual se complementa con el nombre que se le dio a su estrella principal Spica (espiga de trigo).
Libra
La constelación de Libra fue, posiblemente, introducida posteriormente en el zodiaco, pues los nombres árabes de las dos estrellas más brillantes de Libra (Zubenelgenubi y Zubeneschamali) que significan «garra meridional» y «garra septentrional»; esto confirma que en un tiempo la constelación de Libra fue parte de la constelación de Escorpio. Finalmente, la constelación de Libra fue asociada con la balanza sostenida por Astrea, diosa de la justicia y constelación de Virgo.
Escorpio
Escorpio fue un escorpión gigante enviado por Gaia (la Tierra) para matar al gigante Orión cuando este quiso violar a la diosa Artemis. Para proteger la elección de virginidad de su hermana, Apolo envió a este escorpión al enfrentamiento con el gigante. Según otras versiones, fue la propia Artemisa la que envió el escorpión al no poder soportar el acoso de Orión. Posteriormente, Orión y el escorpión se colocaron entre las estrellas como las constelaciones del mismo nombre, tan separadas como fuera posible. Los dos oponentes nunca se ven en el cielo al mismo tiempo, porque cuando una constelación se eleva, la otra se pone. El antiguo Escorpio griego originalmente abarcaba dos constelaciones: Escorpio formó su cuerpo y Libra sus garras.
Sagitario
La constelación de Sagitario está relacionada con Quirón, el más mayor y más sabio de los centauros (tribu tesalia de hombres mitad caballo). A diferencia de sus hermanos, Quirón era un hijo inmortal del Titán Crono y, por tanto, hermanastro de Zeus. Cuando el encuentro de Cronos con la oceánide Filira fue interrumpido por Rea, se transformó en un caballo para pasar desapercibido y el resultado fue este hijo híbrido. Además, Quirón ue un maestro de renombre y mentor de grandes héroes como Jasón y los argonautas, Peleo, Asclepio y Aquiles. Heracles hirió accidentalmente al centauro cuando el héroe estaba luchando contra otros miembros de esta tribu. La herida, envenenada con veneno de Hidra, era incurable, y sufriendo un dolor insoportable, Quirón renunció voluntariamente a su inmortalidad. Posteriormente, Zeus lo colocó entre las estrellas como la constelación de Sagitario.
Capricornio
Esta constelación está asociada con Aigipán, uno de los panes con patas de cabra. Cuando los dioses estaban en guerra con los titanes, concretamente durante el episodio del monstruo Tifón, todos ellos se escondieron en formas animales. Aigipán asumió la forma de una cabra con cola de pez y se encargó de dar la alarma cuando los titanes intentaron un ataque por sorpresa (de aquí viene el término pánico). Más tarde acudió en ayuda de Zeus, robándole a Tifón los tendones cortados del dios. Como recompensa por su servicio, Aigipán fue colocado entre las estrellas como la constelación de Capricornio.
Acuario
La constelación de Acuario representa a Ganimedes, un apuesto príncipe troyano que fue raptado por Zeus, transformado en águila y llevado al Olimpo. Al quedar el padre de los dioses prendado del joven, allí fue nombrado copero de los dioses. Ganimedes también se colocó entre las estrellas como la constelación de Acuario representado como un vaso manante de ambrosia. Ganimedes fue a menudo retratado como el dios del amor homosexual y, como tal, aparece como un compañero de juego de los dioses del amor Eros (amor) e Himeneo (amor marital). Por otro lado, en el antiguo Egipto representaba al dios del Nilo vertiendo sus aguas sobre el río para regar sus tierras.
Piscis
La última de las constelaciones está asociada a los ichthys, dos grandes peces de río sirios que rescataron a Afrodita y Eros cuando huían de uno de los titanes, Tifón. Según algunos, los dos dioses se disfrazaron de peces para escapar del monstruo. Posteriormente, Zeus, con sus rayos, acabaría confinando a este titán al interior del Etna (actualmente activo). A estos peces también se les conoce por haber ayudado en el nacimiento de Afrodita a partir de la espuma del mar. En todas las versiones de la historia, se establecieron entre las estrellas como la constelación de Piscis.
BIBLIOGRAFÍA:
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